Conocer el tipo de pisada que tienes es más importante de lo que crees.
En Ortopedia Tarancón te contamos cuáles son las formas de pisadas más comunes y cómo identificarlas de manera sencilla.
Conocer la biomecánica del pie es un punto clave para elegir el calzado adecuado, evitar lesiones y optimizar el ejercicio físico.
Por tal motivo, es necesario aprender cuáles son los distintos tipos de pisada, identificar la tuya y escoger el calzado apropiado en tu caso particular.
En términos generales, existen tres tipos de pisada: pronadora, neutra y supinadora.
La pronación es el movimiento mediante el cual, el pie tiende a desplazar la carga hacia el interior. Es decir, se aplana.
El pie pronador es el más habitual, casi el 90% de las personas pronamos de manera natural al despegar el pie de cualquier superficie.
Las mujeres tienden a pronar más el pie debido a la posición de la cadera, que es más ancha que la de los hombres.
Esta característica anatómica hace que las rodillas tiendan a inclinarse levemente hacia dentro a cada paso.
A su vez, los niños hasta los 7 u 8 años también suelen tener las rodillas ligeramente metidas hacia dentro.
Son pronadores natos y no significa un defecto a corregir, a menos que un profesional indique el uso de plantillas con sus debidas razones.
Tener una pisada pronadora no es un problema mientras no interfiera en el andar.
Las causales más comunes de pronación son por tener poco arco, debilidades del tobillo o defectos en la parte ósea del pie.
Si pronamos al despegar el pie del suelo, supinamos al apoyarlo. Es decir, inclinamos ligeramente el pie hacia fuera, para corregir de manera inmediata la posición al estabilizar.
Una pisada supinadora resulta un problema cuando todo el apoyo se traslada a esa zona y no se corrige.
Las causas más habituales de la pisada supinadora pueden ser tener el pie arqueado de forma natural, una falta de tono en grupos musculares como los gemelos y tobillos, una técnica de carrera deficiente, lesiones previas, o el uso de zapatillas desgastadas, entre otras.
Como podemos ver, todos somos pronadores y supinadores al mismo tiempo.
Mientras estos movimientos se mantengan en forma moderada en las fases de despegue y entrada, podemos considerarlo como una pisada neutra.
Hablamos del funcionamiento de un pie normal, que no requiere una compensación de movimiento.
Si el exterior de las suelas presenta un desgaste en forma de S desde el talón hasta la puntera, lo más probable es que tu pisada sea neutra.
Cuando corremos o hacemos cualquier actividad física intensa, nuestros huesos y articulaciones sufren las consecuencias del impacto contra el suelo, algo que afecta tanto a la salud como a nuestro rendimiento.
Como la tendencia es que pisamos siempre de la misma manera, conviene conocer nuestro tipo de pisada y saber si es la más adecuada, ya que puede ocasionar consecuencias en otras articulaciones.
¿Qué puede ocurrir si pisamos mal?
Si el tipo de pisada no es el adecuado, puede transmitir una tensión excesiva a la rodilla, a la cadera, inclusive a la región mandibular.
Aunque no lo creas, algunos problemas de bruxismo y hasta la ruptura de piezas dentales se originan debido a una mala pisada.
Estas zapatillas solo deben utilizarlas los deportistas o corredores que realmente las necesitan.
Si tienes algún tipo de duda con tu pisada, en Ortopedia Tarancón realizamos un estudio de análisis de marcha.
A su vez, contamos con plantillas ortopédicas personalizadas para ayudarte a corregir tu andar, si fuera necesario. Tu consulta es bienvenida.
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