Los cascos de protección craneal son artículos destinados a la protección de la cabeza para aquellos casos en los cuales existe algún tipo de riesgo para esta parte del cuerpo.
Gran parte de los cascos de protección craneal se utilizan en ambientes laborales como obras en construcción, trabajo minero o industrias, ya que se considera que son lugares riesgosos en donde puede haber caída de objetos o algún otro riesgo de impactos sobre la cabeza.
En cuanto al área laboral el uso del casco es obligatorio en aquellas zonas en donde haya carteles indicadores o bien donde haya algún tipo de riesgo de caída de objetos.
Existen sitios en donde el casco de protección craneal debe utilizarse durante toda la jornada laboral sin importar si se atraviesan zonas riesgosas o no.
Hay que destacar que algunos tipos de cascos incluyen una protección auditiva, logrando una doble protección en aquellas áreas en donde sea necesario proteger también los oídos.
¿En qué casos deben utilizarse los cascos de protección craneal?
Este tipo de protección tiene diferentes usos. Si bien la mayoría de las veces se utilizan en ámbitos laborales en donde hay riesgo de caída de objetos, el casco de protección craneal también está recomendado en lugares en donde puede haber una proyección de objetos de manera violenta, riesgos de golpes en la cabeza o riesgos de descargas eléctricas.
De acuerdo al tipo de uso se deben utilizar cascos adecuados, ya que no todos tienen el mismo nivel de protección.
¿Cuáles son las características que deben tener los cascos de protección craneal de uso laboral?
Materiales no conductores: los materiales de los cascos de protección craneal no deben ser conductores por lo que suelen confeccionarse en materiales sintéticos y termoplásticos, como es el caso de policarbonato, ABS, o policarbonato con fibra de vidrio.
El principal motivo por el cual no pueden utilizarse cascos metálicos es porque aumenta el riesgo eléctrico de quemaduras o descargas, sobre todo no son recomendables en donde puede haber pérdida de líquidos corrosivos o de alta temperatura.
Se debe tener en cuenta que los cascos con fabricación de polietileno o ABS son menos resistentes a las condiciones extremas, por lo que deben ser reemplazados más rápidamente que aquellos cascos realizados de otros tipos de materiales.
Debe absorber la energía de los impactos: los cascos deben ser capaces de absorber la energía y tener una capa de protección inflamable.
Esta protección interna del casco de protección craneal suele ser de espuma de al menos 10 mm de espesor.
La absorción de la energía es fundamental para que el casco de protección funcione como tal, ya que esto evita que la fuerza del golpe dañe la cabeza y el cuello.
Esto se logra a través del uso de un arnés, que ayuda a sujetar al casco a la cabeza y de su rigidez depende la cantidad de energía que puede absorber.
Deben ser flexibles y livianos: otra característica esencial de los cascos de protección craneal es que deben ser livianos y flexibles para facilitar su uso y que los trabajadores no vean afectado su trabajo.
También debe ajustarse perfectamente a la cabeza de la persona que lo utiliza, es decir que no debe balancearse hacia atrás o adelante, ya que esto disminuye la protección del casco frente a impactos.
¿Cuándo deben reemplazarse los cascos de protección craneal?
Este tipo de cascos no tienen una duración infinita, por lo que hay que tener en cuenta las recomendaciones de los fabricantes para evitar la utilización de cascos fuera de su vigencia.
Para destacarse, aquellos cascos que han sufrido algún tipo de impacto o alteración por golpes deben ser reemplazados, ya que ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores.
El recambio de los cascos debe realizarse aproximadamente a los 5 años de uso, aunque esto también depende de las normas del fabricante y del material del cual están hechos.
Como ya se ha mencionado, aquellos cascos realizados con polietileno, ABS o polipropileno se ven afectados por condiciones climáticas como la luz del sol o el frío por lo que, si su uso es en el exterior principalmente, deben reemplazarse a los 3 años.
Es importante la realización de un control periódico sobre los cascos de protección craneal buscando asegurar su eficacia, tanto del exterior del casco para encontrar cualquier tipo de cambio en el color o algún tipo de rajadura como así también el arnés y el sistema de soporte, para determinar si no están desgastados y asegurarse que funcionan correctamente.
También es importante cuidar la limpieza y el mantenimiento de los cascos, para mantener la vida útil de los mismos. Luego de cada uso debe limpiarse con agua y jabón, para eliminar residuos que hayan dejado los portadores del casco.
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