Los collarines son sumamente conocidos por su importancia en la prevención de lesiones graves en la espina dorsal, pero no muchos saben que hay diferentes tipos de collarines y hay indicaciones de cada uno.
Hoy te contaremos todo al respecto para que puedas informarte sobre cual es la mejor opción para ti.
COLLARINES: QUE SON Y PARA QUE SIRVEN
Conocido también como cuello ortopédico, el collarín es un dispositivo externo de apoyo que se coloca en el cuello para lograr estabilizar y/o inmovilizar las vertebras cervicales.
Se usan este tipo de ortésis para tratar dolores en el cuello como un esguince, la artrosis o el típico latigazo cervical, por ejemplo.
Los distintos collarines sirven para, básicamente inmovilizar la columna desde las cervicales para que no se lesione la médula espinal, tanto sea necesaria ante una prevención, como durante un traslado posterior a un accidente o al realizar radiografías.
CARACTERISTICAS DE LOS COLLARINES
Los collarines tienen como características principales, las siguientes:
El peso de la cabeza tiene que estar apoyado en forma neutra.
El collarín tiene que impedir los movimientos laterales, rotacionales y antero-posteriores de la cabeza.
Tiene que ser colocado de forma tal que sea cómodo, translúcido para facilitar las radiografías y compacto.
Debe ser fácil de colocar.
Existen diferentes tallas fabricadas para diferentes tipos de personas.
No debe trastornar ni la función ni la posición de las vías respiratorias, y tampoco debe afectar el correcto trabajo del cerebro y sus funciones.
TIPOLOGIA DE COLLARINES
Existen diferentes tipos de collarines que se adecúan a las necesidades de cada paciente.
El collarín blando, el cual no limita realmente la movilidad del cuello, sino que soporta la cabeza de forma tal que deja los músculos y articulaciones del cuello cómodas y bien descansadas. Ese tipo de collarines se utilizan para aliviar las lesiones que no necesitan inmovilización extrema del cuello (por ejemplo, en un esguince cervical).
También puedes encontrarte con los collarines semirrígidos, que limitan la flexión y extensión del cuello mucho más que los collarines blandos. Una característica de este tipo de collarines semirrígidos es que tienen almohadillas en las zonas que requieren apoyo para mejorar la comodidad en su uso. Sin embargo, es importante aclarar que su uso no es muy diferente al del collarín blando.
Por último, tienes los collarines rígidos los cuales otorgan una inmovilización muy superior a los anteriormente mencionados, ya que tienen más apoyo. Generalmente se apoyan en la zona de la mandíbula y la barbilla, además de la parte de delante sobre el esternón y en la parte trasera de la cabeza. Lo cierto es que otorga una mayor inmovilización frente a lesiones cervicales más dolorosas y más graves, que requieren atención inmediata.
Cómo se coloca el collarín correctamente
La colocación correcta del collarín es vital para una recuperación exitosa, por lo que es necesario que te asesores por profesionales especializados.
Sin embargo y en primer lugar, básicamente debes elegir el tamaño del collarín correcto teniendo en cuenta el función de la distancia entre trapecio y mandíbula.
Para colocarlo, es necesario que el paciente coloque la columna cervical en forma neutra, retire el cabello, vestimenta, joyas, etc., que impida el buen uso del collarín.
A continuación, se debe colocar el collarín en el cuello y se usa el sistema de cierre, algunos de ellos, por ejemplo, utilizan velcro para fijarlo.
Por último, es importante aclarar que lo más importante en el collarín es elegir el tamaño perfecto, ya que si es muy pequeño, podría oprimir los vasos sanguíneos, pero si fuese más grande, no podrá inmovilizar la columna de forma correcta, perjudicando gravemente los correctos resultados del tratamiento.
¿Cómo se garantiza el éxito en el uso del collarín?
Más allá de los consejos que mencionamos antes, el éxito real en el uso del collarín no solo dependen de su uso correcto, sino también de consultar a los especialistas y llevar un control correcto del tratamiento.
Es por eso, que nunca debes olvidar ir a tu ortopeda para que pueda controlar cómo está evolucionando la lesión.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!