Las muletas ortopédicas son utilizadas principalmente para ayudar a pacientes con problemas de movilidad.
Desde Ortopedia Tarancón te contamos todo lo que tienes que saber acerca de las muletas y los distintos modelos.
LAS MULETAS Y LA FUNCION QUE APORTAN CUANDO LOS MIEMBROS INFERIORES FALLAN: QUE ES
El miembro inferior en anatomía humana es cada una de las dos extremidades que se encuentran unidas al tronco a través de la pelvis mediante la articulación de la cadera.
Coloquialmente, es lo que conocemos como piernas.
La función de los miembros inferiores es sustentar el peso del cuerpo en la posición bípeda y permitir los desplazamientos a través de la contracción de su fuerte musculatura.
Cuando tenemos dificultades para caminar debido a una lesión, las muletas nos sirven de apoyo, donde podemos descargar el peso del cuerpo para aliviar la carga de una o ambas piernas.
Las muletas cumplen la misma función que los bastones, aunque ofrecen mayor estabilidad.
Es decir, las muletas se emplean para lesiones puntuales o cuando el paciente, debido a su movilidad, requiere mayor apoyo de lo que aporta un bastón.
LAS MULETAS Y LA FUNCION QUE APORTAN CUANDO LOS MIEMBROS INFERIORES FALLAN: TIPOS
Si tienes dificultades con tus piernas y necesitas adquirir muletas, es importante saber qué tipo de producto es el más apropiado en tu caso particular para obtener seguridad, estabilidad y confort a partes iguales.
Entre los distintos tipos de muletas encontramos la siguiente clasificación:
Muletas de antebrazo. Este tipo de muletas es la más frecuente, también conocida como bastón inglés. Ofrece soporte desde el antebrazo y el peso se reparte entre éste y las muñecas.
En general, se recomiendan para un período de uso prolongado. El paciente debe tener tonicidad en los músculos de los brazos y en el torso.
Dentro de este tipo de muletas, encontraremos aquellas que tienen abrazaderas con puños confort o con diseño diferente de puños.
Muletas plegables. Estas muletas son las preferidas por las personas mayores que requieren apoyo al caminar.
Son muy prácticas y cómodas de llevar, ya que se pueden plegar fácilmente y transportar.
Muletas axilares. En este caso, el soporte se sitúa en las axilas y en las manos.
Este tipo de muletas debe incluir una almohadilla en la parte superior, que es la parte donde descansa la axila.
La almohadilla ofrece comodidad y evita posibles daños en los brazos. También pueden contener una almohadilla en su parte media, donde se sitúan las manos.
Las muletas axilares brindan una buena estabilidad y colaboran a la redistribución de la carga del peso corporal.
Son recomendables para lesiones temporales, ya que, si se utilizan por mucho tiempo, pueden producir déficit de la motriz y parestesias en las extremidades superiores.
Muletas cuadrípode o trípode. Este tipo de muletas pueden tener tres o cuatro pies y suelen utilizarlas personas que presentan dificultad alta para mantenerse estable de pie.
Estas muletas están compuestas por una abrazadera de antebrazo, un segmento, una empuñadura y una caña regulable.
Las muletas pueden utilizarse de manera individual o dos al mismo tiempo. Todo dependerá de la lesión o la movilidad del paciente.
El uso de dos muletas suele indicarse cuando el pie o la pierna dañada no puede tocar el suelo, proporcionando un mayor soporte y estabilidad.
LAS MULETAS Y LA FUNCION QUE APORTAN CUANDO LOS MIEMBROS INFERIORES FALLAN: LA ALTURA ADECUADA
Para que las muletas cumplan su función de manera adecuada, es importante elegir la talla correcta y saber graduarlas.
A la hora de regular la altura de la muleta, es necesario llevar el calzado que utilizamos habitualmente.
Para regular la altura de muletas axilares, las almohadillas deben estar 5 centímetros por debajo de las axilas.
De esta manera, queda espacio para las muletas. Hay que considerar que este tipo de muletas deben soportar el peso, no levantarlo.
En el caso de las muletas de antebrazo, para regular la altura tenemos que poner la muleta de pie y apoyar la contera en el suelo.
Luego debemos situarla un poco por delante de nuestro cuerpo y colocarla al lado del dedo meñique del pie.
La abrazadera superior debemos situarla a unos 5 centímetros por debajo del codo. En esta zona es donde apoyamos el antebrazo.
Del mismo modo que en las muletas axilares, los codos deben estar flexionados ligeramente cuando tomamos la empuñadura.
En el caso de la empuñadura, nos debemos asegurar que quede a la altura del hueso más saliente de la cadera.
Esto ayuda a que los brazos queden un poco flexionados, ya que no deben quedar estirados en su totalidad.
En Ortopedia Tarancón contamos con muletas de última tecnología diseñadas para ofrecer las mejores prestaciones.
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