El dolor articular, conocido como artralgia, abarca cualquier sensación incómoda que pueda experimentarse en las articulaciones debido a alteraciones en elementos como cartílago, hueso, ligamentos, tendones o músculos.
Este malestar puede tener diversas causas, siendo las lesiones y enfermedades reumáticas las principales responsables.
Es fundamental comprender que mientras las lesiones pueden desencadenar un dolor agudo y temporal, las enfermedades reumáticas tienden a causar dolor crónico y dificultades de movilidad.
Dos enfermedades reumáticas comunes, la artrosis y la artritis reumatoide, son frecuentes generadoras de dolor persistente en las articulaciones.
La artrosis, asociada al desgaste del cartílago, afecta sobre todo a personas de edad avanzada, siendo las manos, rodillas, caderas y espalda las áreas más afectadas.
Por otro lado, la artritis reumatoide, una inflamación en las articulaciones con un componente genético marcado, tiende a manifestarse entre los 30 y 35 años, afectando con mayor frecuencia a mujeres.
Además de estas, existen otras enfermedades reumáticas como la gota, lupus, osteoporosis, fibromialgia y espondilitis anquilosante que también contribuyen al dolor articular.
Los síntomas varían según la causa, pero suelen incluir desde molestias leves hasta intensas, empeorando con la actividad y mejorando con el reposo, rigidez articular, disminución de la movilidad, inflamación o enrojecimiento.
MANEJO DEL DOLOR EN LAS ARTICULACIONES: OPCIONES PARA PREVENIR Y REDUCIR EL MALESTAR
Abordar el tratamiento del dolor articular requiere un diagnóstico específico para identificar los factores desencadenantes y actuar de manera multidisciplinaria.
Las opciones terapéuticas incluyen analgésicos, antiinflamatorios, corticoesteroides, antirreumáticos, antidepresivos, relajantes musculares, anticonvulsivos y calmantes tópicos.
La fisioterapia desempeña un papel clave, junto con hábitos diarios que ayudan a mitigar el dolor y mantener la movilidad articular.
Baños calientes, aplicación de calor local, masajes con productos analgésicos, mantenimiento de un peso adecuado, descanso, gestión del estrés, uso de elementos ortopédicos y calzado cómodo, así como el consumo de complementos alimenticios para la salud articular, son medidas preventivas y terapéuticas recomendadas.
La actividad física en particular, es esencial para fortalecer la musculatura y prevenir el dolor. Terapias psicológicas y ocupacionales también pueden contribuir a una actitud positiva, mejorando la gestión del malestar articular y previniendo trastornos del estado de ánimo asociados.
El aumento de la práctica deportiva y el estilo de vida actual han llevado al incremento de casos de dolores crónicos en edades más tempranas. Por ello, la prevención y el tratamiento precoz son cruciales para frenar la evolución y evitar complicaciones.
INNOVADORES ENFOQUES PARA EL TRATAMIENTO DEL DOLOR CON ORTOPEDIA
En la búsqueda constante de soluciones efectivas para el dolor crónico relacionado con las articulaciones, los traumatólogos han incorporado diversas opciones de tratamiento que van más allá de las terapias convencionales.
Entre estas alternativas destacan la radiofrecuencia, la viscosuplementación, la rehabilitación ortopédica, la ortopedia blanda y las plantillas.
Estas modalidades representan avances significativos en el manejo del dolor y la mejora de la movilidad, abordando diversas condiciones, desde molestias en la columna vertebral hasta problemas específicos como el pie plano.
Radiofrecuencia para el manejo del dolor en articulaciones
La radiofrecuencia ha emergido como un recurso crucial para traumatólogos en el tratamiento del dolor relacionado con la columna vertebral. Este enfoque es muy efectivo para abordar molestias crónicas y severas en las articulaciones de la parte baja de la espalda, incluyendo la columna lumbar, la media espalda y las articulaciones sacroilíacas.
La técnica utiliza energía de radiofrecuencia para interrumpir la función nerviosa, adormeciendo el nervio y difuminando las señales de dolor. Este tratamiento avanzado ha demostrado eficacia en una variedad de síndromes y puede aplicarse en diversas áreas, como rodillas, columna cervical, torácica y lumbar.
Viscosuplementación con ácido hialurónico para mejorar movilidad mejorada
La viscosuplementación se presenta como una opción de tratamiento que ayuda a las personas a mantenerse activas y controlar el dolor, siendo una alternativa ideal para el tratamiento de la osteoartritis. Este procedimiento implica la inyección de ácido hialurónico, un líquido similar al gel, en la articulación afectada.
El ácido hialurónico actúa como un lubricante natural, facilitando un movimiento articular más suave. Estos y otros tratamientos innovadores en ortopedia representan avances significativos en el manejo del dolor y la movilidad. En Ortopedia Online podemos ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para tu condición específica.
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