Los estudios posturales ofrecen varias ventajas importantes para la salud y el bienestar de las personas. Estos análisis permiten realizar un examen detallado de la postura y la marcha, evaluando la relación del pie con otras estructuras como la rodilla, la cadera y la columna.
A través de estas evaluaciones, se puede prevenir la aparición de lesiones osteorticulares y musculares, y también tratar dolencias como fascitis plantares, esguinces de repetición, metatarsalgias, tendinitis, espolones calcáneos, sobrecargas musculares, entre otros.
Los estudios posturales son recomendados para personas de todas las edades y se pueden realizar de manera periódica, y se utilizan herramientas como escáneres láser 3D. Estos equipos permiten obtener información precisa para la elaboración de plantillas biomecánicas y otros recursos de ortopedia.
Los estudios posturales son muy beneficiosos para los deportistas, ya que les proporcionan información detallada sobre su postura y marcha. A partir de estos análisis, pueden optimizar su rendimiento y prevenir lesiones.
Uno de los aspectos más importantes que se evalúan en los estudios posturales es la simetría, aparte del alineamiento y el equilibrio corporal. Estos factores son fundamentales para determinar posibles alteraciones biomecánicas y encontrar el origen de las disfunciones del paciente.
Un correcto estudio de las curvaturas de la columna vertebral, que incluyen la cervical, torácica, lumbar y sacra, también es parte integral de estos análisis. Esto permite detectar enfermedades como cifosis, escoliosis o hiperlordosis y poder brindar un tratamiento personalizado.
Durante los estudios posturales, se utilizan herramientas de apoyo a la observación directa. Una de ellas son las fotografías y los paneles diagramados, que permiten evaluar en profundidad la condición del paciente.
Estas herramientas ayudan a contrastar la verticalidad y horizontalidad real con la ideal en cada uno de los segmentos corporales. A partir de esta información es posible realizar un diagnóstico acertado, así como diseñar un plan de tratamiento según el caso.
En la actualidad, debido a la pandemia y a las nuevas condiciones laborales sedentarias desde casa, ha aumentado la pérdida de la higiene postural. Es importante recuperarla para prevenir lesiones y patologías relacionadas con los malos hábitos posturales.
La higiene postural consiste en la aplicación de normas, recomendaciones y actitudes posturales impartidas por experto en movimiento e higiene posturas como ortopedia, fisioterapeutas o médicos. Estas indicaciones buscan que el paciente pueda aprender la forma más natural y beneficiosa de sostener el cuerpo y evitar lesiones.
Para lograr una buena higiene postural, es necesario contar con un espacio adecuado y condiciones ergonómicas óptimas en el entorno laboral. Se requiere el uso de las mesas a una altura adecuada, sillas, respaldos, estantes, posición del ordenador, teclado y mouse.
A nivel personal, se recomienda el uso de calzado adecuado, evitar sentarse en el borde de las sillas. También, evitar inclinarse o desplazar el peso hacia un solo lado del cuerpo y evitar el uso de asientos sin respaldo.
El uso de la higiene postural ofrece numerosos beneficios para la salud. Ayuda a optimizar el funcionamiento muscular, fortaleciendo la musculatura y aumentando la movilidad. Evita contracturas y fuertes dolores de espalda. Además, favorece la alineación y el correcto posicionamiento de las curvas vertebrales.
Promueve un sistema músculo-esquelético equilibrado y mejora la circulación sanguínea y linfática, lo que proporciona un mayor aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos. Además de los beneficios físicos, el uso de la higiene postural también influye en el bienestar emocional. Mejora el estado de ánimo, promueve una mejor imagen corporal y aumenta la seguridad en uno mismo.
A través de la corrección de los hábitos posturales, se adquiere una mayor consciencia corporal y control de las respuestas motrices. Esto conduce a una mejor adaptación postural en situaciones diarias y una reducción de los dolores y el desgaste corporal.
Es decir, enseñarle al paciente cómo agacharse, levantarse, sentarse y llevar peso, con el objetivo de evitar microtraumatismos y alteraciones en la alineación postural. Es orientar al paciente hacia una adecuada combinación de movimientos, estiramientos y cambios de posición para mejorar la efectividad contráctil de los músculos.
El uso de la higiene postural es fundamental para mantener una buena salud y prevenir patologías músculo-esqueléticas. Cuenta con nosotros y contáctanos para que logres mejorar la alineación corporal.
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