¿Tienes dolor de pies o piernas de manera constante?
Tal vez estés necesitando recurrir al uso de calzado ortopédico.
Desde Ortopedia Tarancón te contamos cómo este tipo de calzado cuida tus pies y te brindamos algunos consejos para que tu andar sea más cómodo y confortable.
Uno de los problemas más frecuentes en relación con los pies tiene que ver con el calzado.
A veces nos detenemos a ver la estética del zapato, si está de moda, y olvidamos la importancia de la calidad de sus materiales y si es apropiado para nuestros pies.
El uso de un calzado no adecuado puede generar que algunas personas de pronto comiencen a tener un cansancio excesivo o tan solo por caminar unas cuadras empiecen a sentir dolor.
A pesar de ello, nunca se han hecho un estudio que indique que tienen alguna anomalía en sus pies y que necesita un calzado especial.
El problema es que cuando no se atiende a tiempo este problema y se continúa utilizando un calzado no apropiado, puede derivar en dolores crónicos y la dificultad de desarrollar las actividades cotidianas de forma normal.
Frente a estas situaciones, acudir a la consulta del profesional ortopedista es fundamental para detectar posibles anomalías.
En cualquier circunstancia, tengas o no un problema en tus pies, lo aconsejable es que utilices un calzado que no los vaya dañando a lo largo del tiempo.
Existen algunas señales que indican que es probable que requieras el uso de calzado ortopédico:
Recuerda que tomar medidas preventivas puede disminuir las probabilidades de desarrollar problemas más profundos a futuro.
Una de las principales características es que los zapatos ortopédicos se hacen a medida para que se ajusten a los pies a la perfección.
Es decir, se adaptan a la medida de nuestros pies y no al revés. Algo que sucede cuando compramos un calzado estándar.
Los zapatos ortopédicos permiten que los pies se muevan con mayor comodidad, sin afectar los dedos.
Para aquellas personas que buscan un calzado más ancho en la zona de los dedos, es el zapato ideal.
Este tipo de calzado evita que la presión se acumule en el pie, algo que suele causar callos y llagas.
A su vez, ofrecen un gran apoyo para los talones y los arcos.
Y como se fabrican con materiales transpirables, ayuda a que los pies respiren mejor reduciendo la propagación de hongos.
Por otra parte, el calzado ortopédico colabora a reducir el impacto en las articulaciones de la cadera y de las rodillas.
Según el tipo de problema a tratar, los zapatos ortopédicos pueden utilizar tres tipos de plantillas: de apoyo, compensadora o correctora.
La función principal de la plantilla es distribuir la presión sobre los tejidos del pie y evitar el exceso en determinados puntos.
Además del uso de zapatos ortopédicos, podemos cuidar nuestros pies a través de algunos hábitos cotidianos.
Entre ellos, destacamos los siguientes:
Es una buena medida para evitar la proliferación de hongos y bacterias.
Realiza un breve masaje, incluyendo la zona de los talones y donde aparezcan grietas. Verás lo agradable que se siente.
Para ello, córtalas de una manera recta y cuadrada para que crezcan sanamente.
Evita el uso de calcetines de fibras sintéticas que puedan afectar tu piel y que no permitan una buena transpiración.
En Ortopedia Tarancón fabricamos zapatos ortopédicos a medida para cuidar la salud de tus pies.
Esperamos con gusto tu consulta.
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