La epicondilitis, que quizás también hayas escuchado con el término de codo de tenista, consiste en una inflamación del tendón de los músculos, los cuales funcionan como extensores de la mano y de los dedos. Dicho esto, debes saber que este tendón está ubicado en la parte externa del codo.
Por otra parte, si padeces de epicondilitis es porque estás sintiendo un dolor en esa zona en particular, sobretodo cuando haces un movimiento de la muñeca.
Este dolor se presenta de forma constante y severa, tanto que puede experimentarse a lo largo del antebrazo y la muñeca.
Pero ¿por qué puede aparecer esta molesta condición? Desde ortopedia Online Tarancón te contamos muchos más detalles aquí.
Por lo general suele aparecer por el uso constante de este músculo o también por un mal uso. Es decir, con un sobreesfuerzo, el tejido conectivo sufre daños y algunas pequeñas roturas, desencadenando inflamación.
Y es que, cualquier movimiento en el cual la muñeca adopte constantemente una postura muy forzada, seguramente va a provocarla.
Actos diarios tan comunes como desatornillar algo, escurrir la fregona, manipular herramientas de más de 1 kg de peso más de diez veces al día.
O si tu profesión te exige hacer movimientos repetidos de extensión y giros de la muñeca, son acciones que pueden desencadenar el codo de tenista, que como puedes ver no es que esto les ocurra solo a los jugadores del denominado deporte blanco, aunque estos deportistas suelen sufrirla con frecuencia, cualquier persona es propensa a padecerla si lleva a cabo recurrentemente, el tipo de acciones indicadas.
SINTOMAS Y TRATAMIENTO DE LA EPICONDILITIS
Por lo general, la persona que padece de epicondilitis siente dolor al sujetar objetos, además de falta de fuerza en el antebrazo y dolor cuando presiona en el codo justo en la parte de los tendones.
Incluso, puede llegar a ser doloroso apretar la mano de otra persona. Es muy común que estos dolores se presenten con mayor frecuencia por las noches.
Existen tratamientos que actúan a corto plazo, es decir, que alivian los síntomas, pero no corrigen el problema. Por ejemplo, se puede aplicar hielo después de llevar a cabo las acciones que desencadenan la dolencia durante unos 20 minutos aproximadamente, esto reduce la inflamación y alivia el dolor.
También es posible recurrir a los antiinflamatorios que bajan el dolor y la inflamación, pero seguramente el problema va a persistir. Es por esto por lo que lo mejor que puedes hacer es consultar con tu fisioterapeuta quien posiblemente te va a ayudar a superar el problema con la ayuda de un brazalete ortopédico.
El brazalete ortopédico es una ortesis muy eficaz para el tratamiento de la epicondilitis, como su nombre lo indica es un brazalete que actúa haciendo contrafuerza sobre el músculo del antebrazo, aliviando el dolor.
Básicamente, es una almohadilla que se adapta a la forma de los brazos del paciente, pues es de talla única y su colocación es muy fácil. Esta, se debe ubicar aproximadamente a dos centímetros por debajo del codo, justo en la zona donde el tendón y el músculo se encuentran.
Para saber cual es ese punto exacto, prueba haciendo movimientos de extensión de muñeca y en la zona que te mencionamos vas a ver como se contrae el músculo. Es preciso ahí, donde tienes que colocar el brazalete.
Existen en el mercado brazaletes elaborados en neopreno que aportan calor, sujeción y compresión necesarios para aliviar el dolor.
Otros por su parte, realizan una compresión específica en la zona previa a la inserción del tendón. Esto, evita las tensiones mecánicas y reduce las sobrecargas, lo que permite que la persona vuelva a sus actividades cotidianas o deportivas rápidamente.
METODOS DE PREVENCION DE LA EPICONDILITIS
Es importante que, con el uso del brazalete, puedan llevarse a cabo métodos de prevención para que de esta forma el problema mejore con mayor rapidez. Por ejemplo:
Reduce las actividades que te están ocasionando el problema o disminuye el tiempo e intensidad de estas.
Realiza pausas activas o descansos durante la actividad.
Después de cada actividad aplica hielo en la zona del codo.
Trata de levantar los objetos con la palma de la mano hacia arriba. Esto lo harás con el fin de que no utilices innecesariamente los músculos del codo.
Trata de colocar los brazos buscando que el codo y los músculos del brazo queden relajados y no se sobrecarguen.
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