Las ortésis infantiles se utilizan en una gran cantidad de patologías y tienen como principal objetivo mantener una determinada parte del cuerpo en una posición fija para corregir una postura o ayudar a recuperar la funcionalidad de un área del cuerpo.
Las ortésis complementan las terapias físicas que suelen realizarse en este tipo de patologías y suelen ir adaptándose a la evolución de la recuperación, por lo que suelen ser un elemento clave.
Los materiales en los cuales están realizadas son elementos fácilmente adaptables al cuerpo de los pacientes y ayudan a mejorar ampliamente su calidad de vida.
Una de las patologías más frecuentes que requiere el uso de ortésis infantiles es la parálisis cerebral, ya que requiere de diferentes sistemas de apoyo para corregir la postura y combatir la espasticidad muscular, un trastorno frecuente en esta patología.
Se trata de ortésis altas que se colocan sobre el pie y el tobillo para mejorar la marcha del paciente.
Suelen utilizarse para corregir el pie equino, por eso la necesidad que se extienda a lo largo de la pierna para estabilizar la postura, ya que ofrecen una base de estabilidad para la postura en general.
Las ortésis pie tobillo destinadas a casos graves de pie equino cuentan con cinchas y soportes para ayudar a corregir la deformación del pie y sostener la articulación.
Las ortésis fijas a 90° pie tobillo son muy útiles para los niños que tienen espasticidad muscular ya que no sólo sostienen el pie para el movimiento, sino que mantienen la posición en otro tipo de movimientos, e incluso pueden utilizarse por la noche.
Suelen realizarse en materiales flexibles para acompañar el movimiento y deben ser ajustados a la medida del paciente. Hay ortésis que permiten la flexión plantar a través de una articulación, lo que ayuda a un mejor apoyo del talón para los movimientos.
Este tipo de ortésis están destinadas a corregir deformaciones del cráneo en bebés que, por lo general, tienen esta patología desde el nacimiento.
Algunas de estas malformaciones son la plagiocefalia, que se produce por la presión ejercida durante o después del parto y la craneosinostosis, producida por la unión prematura de las suturas craneales.
En algunos de los casos es necesario realizar una cirugía que se complementa luego con el uso de los casos protectores, que ayuda a moldear la cabeza del niño de manera correcta.
Es una ortésis de mucha utilidad, ya que presiona únicamente en aquellas zonas en las que se necesita, sin hacerlo en aquellas áreas en donde el crecimiento debe continuar.
Los cascos se realizan a medida y se van realizando ajustes a medida que el bebé crezca, aunque no se recomienda para niños mayores de 2 años.
Mientras antes se comience con el tratamiento con estos cascos, más alto es el porcentaje de éxito, llegando incluso en algunos casos a evitar la cirugía.
Los zapatos ortopédicos permiten corregir varios problemas del pie en niños. Mientras que hay algunos destinados a lesiones o fracturas, como las botas Walker, hay otras que ayudan a patologías que requieren mayor tiempo de tratamiento, como el pie plano, pie cavo o rotaciones femorales, entre otras.
Las botas ortopédicas Walker se indican en casos de traumatismos, esguinces, problemas en los ligamentos e incluso como sustituto de la escayola.
Están realizadas con materiales livianos para permitir que los niños puedan llevarla sin problemas, y están recubiertas de materiales transpirables para evitar lesiones por roces.
Los zapatos ortopédicos por su parte, permiten resolver tempranamente problemas que en el futuro podrían ocasionar desviaciones en la columna o dolores intensos.
Los zapatos de este tipo pueden incluir una plantilla o una horma para corregir la planta del pie, de acuerdo al tipo de patología para el cual se indica.
Hay todo tipo de modelos y estilos, lo que permite que se adapten fácilmente a la vida cotidiana de los niños, ya que la plantilla o la horma especial está disimulada estratégicamente.
Este tipo de ortésis infantil está destinada principalmente a pacientes que tengan displasia de cadera ya que permiten una alineación adecuada de esta articulación para estabilizarla.
Ayuda a mantener la cadera en una posición centrada, lo que ayuda a un mejor desarrollo y a la corrección de la displasia.
Se recomienda para niños menores de 2 años y hay que destacar que el arnés asegura ambas caderas para una mejor postura, por lo que se recomienda su uso, aunque el problema comprometa sólo a una de las caderas.
El arnés de Pavlik cuenta con adaptadores en los tirantes que incluye para ir ajustando el mismo de acuerdo a las medidas del paciente y de acuerdo a la evolución que vaya teniendo.
Se encuentra reforzado con materiales suaves para evitar todo tipo de lastimaduras, más teniendo en cuenta que se trata de una ortésis de uso prolongado.
El corsé ortopédico es otra de las ortésis infantiles destinadas a mejorar la calidad de vida de los niños.
En este caso se indican en el caso de pacientes con escoliosis infantil y ayuda a evitar que empeore la curvatura de la columna ya que, de ocurrir esto, el paciente puede llegar a requerir una cirugía correctiva.
Se indican sólo en algunos casos, ya que no sirven si la curvatura es menor a 20 grados ni tampoco si la curvatura es mayor a 40 grados.
Hay diferentes tipos de corsés, de acuerdo al tipo de curvatura de la escoliosis, y también pueden encontrarse corsés flexibles y otros más rígidos.
Además de esto, hay algunos que están indicados para utilizar varias horas al día, como el corsé de Wilmington, y hay otros que se indican sólo por la noche, como el corsé de Charleston.
Esta ortésis infantil está indicada para resolver patologías de cadera como luxaciones congénitas y también para deformaciones en los pies o problemas de alineación.
El uso de estas ortésis ayuda a mejorar la postura del paciente para corregir el problema y evitar luego posibles cirugías.
Se trata de una barra ortopédica que incluye unos zapatos o botas especiales que ajustan el pie para corregir su posición.
El uso de esta férula debe realizarse tempranamente, para obtener mejores resultados y lograr la alineación de los huesos.
Puede utilizarse durante el día y la noche o bien sólo durante el día y se deben ir realizando ajustes de acuerdo a la evolución del paciente.
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